martes, 31 de enero de 2012

0002: Carme Basté, directora de la Fundació La Marató de TV3

Carme Basté es, actualmente, la directora de la Fundació La Marató de TV3. Ella misma nos resume brevemente en qué consiste dicha fundación. "Hoy, tras 20 ediciones y unos excelentes resultados, La Marató de TV3 es un proyecto social y solidario plenamente arraigado en el país, que ha consolidado su papel como fuente impulsora de la investigación biomédica de excelencia, herramienta de sensibilización social y motor de la movilización ciudadana".
Este año seguí un poco el programa de La Marató, y me asombré al ver la cantidad de dinero que se consiguió recaudar. Me entró la curiosidad y quise saber un poco más al respecto. Así que le mandé una entrevista por escrito a Carme, que, muy amablemente, me respondió, prestándose a volver a explicar cualquier cosa que no quedara clara. ¡Da gusto tratar con gente así! Se trata de un sentir que arroja algo de esperanza sobre el futuro de nuestra sociedad, visto tan a menudo desde el prisma del catastrofismo. 



¿Qué empujó a emprender la iniciativa de La Fundació?
En 1992, TV3 fue la televisión pública pionera en España en hacer un telemaratón. La Fundació fue creada en 1996 por la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales con el fin de gestionar los fondos económicos recaudados en el programa de televisión La Marató de TV3 y destinarlos a proyectos de investigación científica y campañas de sensibilización sobre las enfermedades tratadas en el programa. La creación de la Fundació fue un paso esencial para garantizar una gestión rigurosa y transparente de los fondos recaudados en La Marató. Yo dirijo la Fundación desde el 2008, aunque desde siempre he estado vinculada a La Marató; dirigí  el programa durante 6 años, entre el 1996 y el 2001. 

¿Contó con mucho apoyo al principio?
El proyecto se emprendió con mucha ilusión y confianza por lo que suponía crear una institución cuya función es impulsar la investigación científica por medio de fondos que provienen de los ciudadanos. El proyecto entusiasmó desde el principio y siempre ha contado con el apoyo y la colaboración desinteresada tanto de los propios profesionales de TV3 y Catalunya Ràdio como de instituciones públicas, empresas y sobre todo de la ciudadanía, que se ha implicado activamente desde diferentes vertientes, como por ejemplo organizando actividades populares o ejerciendo labores de voluntariado, entre otras.

Lo primero que me llama la atención es que, pese a la crisis, este año La Marató ha recaudado más 7,2 millones de euros alrededor de Cataluña. ¿Cómo ha ido evolucionando la regeneración y transplante de órganos a raíz de este empujón?
La respuesta de la sociedad ha sido increíble. De hecho, siempre lo es. Pero este año la valoramos aún con más entusiasmo y emoción porque atravesamos una situación económica muy difícil. La Marató 2011 se celebró el 18 de diciembre. Hasta el 31 de marzo de 2012 estaremos recaudando donativos para investigación en regeneración y trasplante de órganos y tejidos. Paralelamente, a principios de febrero abriremos una convocatoria en la que se presentarán proyectos de investigación que optan a ser financiados. Será en noviembre de 2012 cuando se hará público, previa una rigurosa evaluación a nivel internacional, a qué proyectos de investigación se destinarán los fondos. A partir de ese momento, los científicos premiados trabajarán durante 3 años para avanzar en la investigación de los trasplantes y la medicina regenerativa. Por lo tanto, aún no podemos hablar de avances en la investigación en este campo, pero estamos seguros de que esta inyección económica supondrá importantes logros.

Alcanzar una cifra así dice mucho del espíritu solidario de la sociedad catalana. Visto esto, así como la capacidad de difusión y la influencia de TV3 en toda la ciudadanía, ¿no convendría empezar a hacer más iniciativas así? Aunque sé que es algo que no le compete a usted, me gustaría saber su opinión personal al respecto.
La Marató es fruto de la vocación pública de TV3. Un proyecto como éste sólo puede nacer de una televisión al servicio de la ciudadanía, con vocación de ser útil, de informar y de formar en valores, cultura, identidad y civismo. Del mismo modo, un proyecto como La Marató sólo puede tener futuro si cuenta con una respuesta social masiva, madura y responsable. Los 20 años de Marató nos han demostrado que en Cataluña tenemos ambas cosas: una televisión potente, capaz de dinamizar la sociedad, y una ciudadanía sólida y participativa. Con estos dos elementos, TV3 puede proponer muchas iniciativas.

Hoy, que parece prevalecer el egoísmo, que falta dinero en Sanidad y otros sectores de extrema importancia, ¿con qué ánimo ve acercarse el futuro?
Por supuesto que arroja esperanza. La Marató es de aquellas ocasiones que nos permiten volver a confiar plenamente en el ser humano y en la sociedad. Es una gran muestra de humanidad, que hace evidente que somos capaces de conseguir grandes logros si dirigimos nuestra energía hacía un buen proyecto. Soy optimista y pienso que las buenas iniciativas sientan precedentes. Si seguimos ejemplos como éste, podemos garantizar un futuro mejor de lo que a menudo imaginamos.

¿Cómo motivaría a las personas a participar más, sin necesidad de hacer enormes “campañas de comunicación”? A menudo, el conocimiento de que existen ONGs y demás asociaciones no bastan para poner en movimiento a los ciudadanos. ¿Cree que nos falta “espabilar” un poco en este sentido?
Hay que creer, confiar en lo que se hace. Y cuando se cree, se encuentran caminos para avanzar. Vivimos en un mundo sobre-informado, en el que recibimos miles de mensajes diarios. Quizá debamos simplificar los mensajes, ir a la esencia:  el simple testimonio de una persona que ha participado en una iniciativa solidaria o el de alguien que se haya beneficiado de ella pueden estimular una respuesta directa por parte de los ciudadanos. Hay que conectar con la sensibilidad de las personas y adaptarse a los nuevos medios. Las redes sociales están tomando un gran protagonismo y son el canal más directo y rápido para lanzar mensajes y movilizar a la gente. Hoy tenemos nuevas alternativas a los canales tradicionales y debemos aprovecharlas. 

lunes, 30 de enero de 2012

0001: Jordi Costa y la crítica de cine

Jordi Costa Vila es periodista freelance. Trabaja como profesor de escritura, crítico de cine y dibujante de cómics, entre otras cosas. Ha escrito para medios como La Vanguardia y El PaísEsta entrevista fue realizada por teléfono, para el trabajo de crítica, como explico en el primer post de este blog. Es un poco larga, pero creo que se puede aprender mucho de él. Con el sentir de Jordi acerca de la crítica de cine, empieza oficialmente a funcionar el blog!




¿Qué se necesita para formarse como crítico?
En este oficio nunca puedes dar por acabada la formación, nunca lo sabes absolutamente todo como para decir que no necesitas recibir ningun imput más. Siempre hay que estar en marcha. Es muy importante tener un buen bagaje cinéfilo y una buena memoria cinéfila. Tenemos agujeros, cosas que podríamos conocer mejor... Hay que estar lo más al día posible. Y, evidentemente, la crítica no es algo que esté en un plano aislado de la realidad; puede entrecruzarse con todo el arte que hayas visto, que conozcas: literatura, teatro, videojuegos, artes plásticas. El crítico de cine perfecto no existe, pero hemos de intentar ser críticos lo más completos y multidisciplinares posibles.

¿Las críticas se están convirtiendo en publicidad de las películas?
La crítica corre ese peligro. Supongo que estás acostumbrado a ver anuncios de películas que tienen la cita del crítico que dice “obra maestra”, etc. Si usan una frase de tu crítica para anunciar una película, yo creo que tienes un problema, porque es muy típico que la Warner, o Sony, o FOX o lo que sea coja la parte positiva de tu crítica y deje de lado la parte en la que rebatías o subordinabas otros aspectos más negativos, y la buena la convertirán en eslogan. Yo creo que los críticos hemos de evitar que nuestros textos se reciclen como eslogan, y la forma de hacerlo es cuidando el lenguaje e intentando que tu texto sea sobre todo analítico y que se resista a la presión o invasión de ese registro publicitario.

¿Hay algunos criterios más o menos universales u objetivos para decir “esta película es buena y esta no”?
No. A ver, cada crítica -aunque suene algo presuntuoso decirlo- debe tener un poco su propia teoría crítica, universal y válida. Y esta teoría crítica está hecha de subjetividad, de memoria, de gusto personal y a veces de generosidad y de la capacidad del crítico de hacer evolucionar ese discurso, matizarlo, enriquecerlo o incluso entrar en contradicciones, reparar errores... O sea, todos los críticos nos hemos equivocado alguna vez. La cosa es que seamos conscientes de ello. El crítico que crea que ha sido siempre infalible probablemente tenga un discurso que habrá vivido una evolución poco interesante, seguramente ninguna.

¿No habría una película en la que todos los críticos se pudieran poner de acuerdo y dijeran “es una buena película”, o al menos “tiene un buen guion” o “tiene una buena realización”?
No, porque una buena película no es sólo buen guion o buena realización, sino el equilibrio entre todos los elementos que la componen. Una película no es nunca sólo la histora, el argumento, así como en un cuadro lo importante no es sólo el tema, ¿no?


Hitchcock que decía algo así como “los tres requisitos para hacer una película: guion, guion y guion”.
Sí, a mí eso me parece una chorrada como un piano, por mucho que lo diga Hitchcock o quien lo haya dicho. Directores que tienen como un punto de genialidad pero con la boca muy floja a la hora de decir frases lapidarias a mí me parecen muy sospechosos. Yo creo que hemos de desconfiar de las frases lapidarias de gente como Billy Wilder o Hitchcock, porque no hay una verdad en estas frases sino un golpe de efecto. Y esta frase de “guion, guion y guion” me parece probablemente una de las frases más débiles que se han dicho sobre el cine, ¡y de las más reductivas!

En una entrevista que te hicieron decías “no recomiendo leer a Syd Field y a McKee”...
Sí, justamente porque empañan un poco la mirada crítica. Hay demasiados críticos -jóvenes, sobre todo- que han leído demasiado a Robert McKee y a Syd Field, y lo que hacen éstos es dar una especie de consejos, válidos por una parte, pero es una parte pequeña de la creación cinematográfica y no es la esencial ni la que define al cine como tal. A mí no me gusta hablar de “obras maestras”, porque incluso películas que todos están de acuerdo en que son muy buenas, puede llegar un momento en el que uno haga un texto crítico interesante discutiéndolas, ¿no? Por ejemplo, un texto de David Thomson discutiendo por qué ya no hemos de considerar Ciudadano Kane como la mejor película de todos los tiempos es más interesante que el enésimo artículo que dice que sí es la mejor película de todos los tiempos.

Leí un poco de qué iba vuestro cómic de “Mis problemas con Amenábar”. ¿Se trata de una cosa personal? ¿O realmente en sus películas ves que están sustentadas en un “simulacro de talento”, como decías?
Yo creo que el cine de Amenábar es lo peor que le ha pasado al cine español en los últimos años, porque de repente ha creado una especie de espejismo de algo que es técnicamente muy eficaz pero conceptualmente vacío, en absoluto. Para mí es eso, la idea de que aquí en España se pueden hacer películas con una competencia técnica comparable a la de Hollywood pero que, realmente, dentro no hay ningún tipo de identidad. El tema de la película puede gustar alrededor del mundo porque en el fondo no hay ninguna subjetividad.

¿Hasta qué punto tanta gente con acceso a los blogs y afición a la crítica ha ayudado o ha estorbado a la profesión de la misma?
Pues hombre, yo creo que es muy peligroso demonizar una plataforma o un medio. Decir que los blogs o Twitter son como la gran amenaza para la crítica a mí me parece que es una actitud muy conservadora y reaccionaria. Yo creo que todo lo que democratice las herramientas de reflexión y análisis es bueno. Evidentemente, dentro de todo esto hay mucho texto, mucho argumento, muchas voces que no aportan nada. Pero las voces que aportan se siguen diferenciando y puede que haya relevos y convivencias generacionales interesantes, ¿no? Lo único negativo es la forma en la que las industrias editoriales han contemplado esto. De repente cuando colaboras en un medio, el medio considera que lo que escribes para la versión impresa vale un precio “x” y lo que has de escribir para la versión digital es como un texto de Serie B que vale menos.

Claro, como algo casi gratuito.
J. Hoberman
Exacto. Se ha abierto la puerta a una progresiva desprofesionalización de la cultura y, bueno, cada día nos llegan noticias... Por ejemplo, hoy mismo nos ha llegado la noticia de que han despedido a J. Hoberman, que es el gran crítico del Village Voice. Es una noticia absolutamente triste. Lo que pasa es que yo estoy seguro de que un crítico tan bueno como J. Hoberman de alguna forma sobrevivirá, en la red o donde sea, porque su voz seguirá siendo diferencial.

¿Pero le han echado por algún motivo en concreto?
No, pues porque los medios de comunciación están recortando y el primer fardo que se tira por la borda es el crítico. De alguna forma los que guardan este lenguaje analítico ante el avance del lenguaje publicitario son las figuras más incómodas. Y, evidentemente, somos los primeros  de los que se puede prescindir. Es dentro de una lógica empresarial perversa. No digo que lo defienda, sino al contrario, me alarma mucho, pero es así.

Ya para terminar, me gustaría que me dijeras alguna crítica de alguien -español a poder ser- que consideres buena y otra que te parezca que se ha sobrevalorado.
Uy, esto de hablarte mal de una crítica sí que...

Dejémoslo en la buena, entonces.
Mira, por ejemplo recuerdo la crítica que hizo Carlos Heredero sobre No habrá paz para los malvados hace un mes, cuando se estrenó. La publicó Cahiers, y a mí la película no me disgusta, pero tampoco me agrada demasiado. Pero esta crítica de Heredero me hizo darme cuenta de un patrón estilístico que había en la película que yo había pasado por alto, por eso aprecio leer críticas de otros, porque te ayudan a ver la película que tú no has visto aunque hayas visto la misma película, ¿no? No sé si me explico.

Sí, sí.
Y para hablarte “mal” entre comillas pues... Mira, yo doy clase de Crítica aquí en Madrid. Y ahora cuando retomemos las clases después de Reyes, uno de los problemas que tengo que afrontar con mis alumnos es que yo creo que muchos de ellos han sido irreflexivamente entusiastas con una película como The Artist.

¿Irreflexivamente entusiastas?
Pues que de golpe y porrazo han entrado por la vía de que es un gran homenaje al cine, de que es maravilloso y tal. Creo que, te guste o no, tienes que plantearte más cosas. Te has de plantear hasta qué punto el homenaje formal al cine mudo es puro o impuro, o hasta qué punto la película está fundamentada sobre una nostalgia cinéfila legítima o sobre una falsa nostalgia... Y bueno, que todos hayan salido como bailando claqué de la peli me preocupa, me preocupa como profe, ¿eh? Intentaré que ahora, en vez del claqué, nos sentemos y pensemos un poco sobre la película y sobre si puede tener debilidades o problemas. 

¿Qué me dices de El árbol de la vida?
A mí me gustó mucho. Creo que evidentemente es una película monstruosa en todos los sentidos, incluso en el mejor de ellos. Calificarla de presuntuosa o de pretenciosa a mí no me parece un insulto, porque es la definición de la película: se plantea explicarlo todo, me parece que es la mayor ambición que puede tener un artista y es muy difícil no estrellarse con esto.

Ahá.
También tiene un componente de película de secta. La parte final te la podrían poner antes de ingresar en una secta. Pero a mí no sólo formalmente me parece impresionante, sino que también es una película que me afecta personalmente y creo que puede afectar personalmente a casi todos los espectadores, aunque muchos la rechacen. Me parece muy curioso construir una película a partir de un lenguaje de reminiscencias, que es un poco el recuerdo este de infancia que tú tienes de algo que has visto pero que en su momento no entendiste. No es una película equilibrada ni indiscutible, pero sí que me parece una película importante.



La aventura de abrir este blog

Todo comenzó por obligación académica, cuando tuve que hacer un trabajo que debía versar sobre la crítica de cine, del modo que me pareciera más adecuado. Así que tenía carta blanca.

Me llamo Josepmaria Anglès y soy graduado en Comunicación Audiovisual por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra. La crítica de cine nunca ha sido mi pasión, por lo que, de cara al mencionado trabajo, decidí conseguir una entrevista con algún crítico de profesión que pudiera enseñarme y, quizás, despertarme interés por la materia. Después de mover unos cuantos hilos, conseguí una entrevista telefónica con Jordi Costa.

La verdad es que me encantó, y empecé a pensar en el abanico de posibilidades que se desplegaría ante mí si me tomara en serio el género periodístico de la entrevista. Mantener un diálogo -o sencillamente hacer unas preguntas- con una persona que conoce en mayor profundiad una parte de la vida que a uno le interesa es una ocasión enorme. Así fue como, a raíz de esa primera entrevista (que será la 0001, sin pensármelo dos veces), no pude sacarme de la cabeza la idea de que me gustaría aventurarme a encontrar a personas que supieran de algo que me interesara, o cuya opinión quisiera conocer.


El reto

Esta entrada en el blog es el pistoletazo de salida de un proyecto que, prácticamente por definición, promete durar unos cuantos años: recopilar entrevistas o conversaciones con 1001 personas de cualquier ámbito que susciten mi interés. Con lo que comienzo, desde ahora mismo, la aventura de conocer 1001 sentires.


Josepmaria Anglès