África Baeta es presentadora de Teleberri en la EiTB. Tuve
la suerte de conocerla cuando fue mi profesora en las clases de Presentación de programas de TV en mi facultad. Tiene un blog dedicado a Bruce Springsteen, el cantante de su vida por antonomasia. Este año tuve que hacer un trabajo de investigación para la asignatura Derecho de la Comunicación. Se me ocurrió contactar con ella para saber si se prestaría a
responder a algunas preguntas para este trabajo. Inmediatamente
me dijo que no había ningún problema. Le envié algunas preguntas por correo electrónico, y me respondió muy amablemente y de forma muy detallada. Pude comprobar que el sentir de África está caracterizado por un gran sentido de la responsabilidad del periodista, así como de la ética, de conocer cuáles son tus derechos y tus deberes y actuar en consecuencia. Aquí dejo algunas de las preguntas que le hice.
¿Podrías resumirnos brevemente qué
entiendes por "secreto profesional"?
El
secreto profesional es un pacto entre la fuente informativa y el periodista. El
profesional de la información se compromete a no publicar esa información o a
publicarla sin revelar la fuente. Los periodistas tenemos derecho a no revelar
las fuentes y mantener en secreto las notas personales, cintas magnetofónicas y
demás material informativo.
¿Qué me dices del derecho de
rectificación?
Es
el que más he llevado a la práctica durante mis 20 años de profesión. Se da
cuando el medio ha de publicar (o leer, en mi caso) una rectificación, sin
apostillas ni comentarios, y de forma íntegra y gratuita. Recuerdo el caso reciente de una pelea a las puertas de una discoteca, emitimos
las imágenes de otro local que nada tenía que ver con el suceso. El dueño nos
obligó a rectificar bajo la amenaza de una demanda. También es muy conocida la historia de Alfredo Urdaci, cuando era jefe de
informativos de RTVE. La Audiencia Nacional le obligó a comunicar en sus
informativos la sentencia del tribunal que consideraba que RTVE incurrió en
"violación de los derechos fundamentales de huelga y libertad sindical"
durante el 20J. Urdaci leyó al finalizar el Telediario el texto pactado por
las dos partes para informar de la condena. Por cierto, que esa lectura también
fue polémica, le acusaron de incumplir el auto.
Ahá.
Por
supuesto, pasará a la historia el caso de Julian Assange, a quien algunos
lo han llegado a ver como un símbolo de la libertad de expresión, al
hacer públicos miles de telegramas cruzados entre la administración de los
Estados Unidos y sus representaciones diplomáticas en el resto del mundo.
Assange invocó el secreto profesional para proteger a colaboradores y fuentes
de información.
¿Un caso relacionado con el secreto
profesional?
Pues
en Euskadi ha sido muy reciente el caso de una supuesta trama de espionaje
en Álava. Ocho periodistas fueron citados para testificar por haber revelado
datos secretos del sumario y se acogieron al secreto profesional para no revelar
las fuentes que utilizaron en sus informaciones. Los ocho periodistas,
pertenecientes a tres diarios, habían publicado informaciones sobre este caso
de espionaje a políticos y empresarios alaveses y, cuando se les formularon
cuestiones referidas a sus fuentes informativas, tanto si se trataba de
funcionarios públicos como si tuvieron acceso a documentos oficiales, se
acogieron al secreto profesional alegando su obligación de informar verazmente sobre este caso.
¿Has podido ampararte alguna vez en
tu derecho a la cláusula de conciencia?
Hay
informaciones que manejamos a diario que no podemos desvelar si no están
contrastadas y si esa información no está respaldada con hechos concretos y con
demostraciones evidentes. Fuera de cámaras los políticos te reconocen hechos
reales que luego no expresan en público. Nosotros como periodistas no podemos
asegurar "que nos lo han dicho en privado". Es curioso también el
"pacto" que existe con la Casa Real. Sólo pueden hacerse públicos
los comentarios que el Rey hace en un acto oficial. Existe un pacto de silencio
sobre los comentarios que hace a los periodistas en privado, no se pueden
contar nunca.
¿Te parece desmesurada la confianza de que no se revelará ninguna “información prohibida”? ¿Qué puede pasar si el periodista viola el
secreto profesional?
Si
el periodista viola el pacto de off the
record, el periodista no comete delito ni acto ilícito, no puede
acarrearle una pena o sanción jurídica, pero es obvio que incumple un pacto y comete
una falta de ética que no sólo traiciona a quien le confía una información,
sino que pierde con ello esa fuente informativa. Además, en cuanto se conozca
cuál fue la conducta de ese periodista pocos serán quienes le sigan dando
información comprometida. El periodista, por lo tanto, atenta contra el derecho
natural a la información de la sociedad que debe confiar a los periodistas la
tarea de informarlos. Es un pacto de confidencia, es decir, de confianza. Por
tanto, quien da su palabra o consentimiento para recibir una información a
cambio de no publicarla, debe respetarla y no violar su compromiso.
¿Qué problemas puede traer el hecho
de que un periodista se niegue a firmar un artículo?
Creo
que es un derecho que debe tener un periodista. Conozco casos cercanos en los
que a un periodista le han obligado a modificar parte del contenido de una
información que había redactado y al no estar de acuerdo con los cambios se ha
negado a firmar. En la cadena catalana TV3, los redactores se han negado en
alguna ocasión a firmar las notas electorales por no estar de acuerdo con el
procedimiento.
¿Qué puede pasar si revelas
información secreta pero no revelas la fuente?
Todo
depende del pacto al que hayas llegado con tu fuente. Si te permite publicar
sin desvelar la fuente no hay problema, pero, como te he dicho antes, si
incumples el pacto la falta ética es irreparable en todos los sentidos.
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